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Robar el cielo, para tragar las propias ilusiones mal paridas en los momentos de súbitas inducciones que resultan totalmente impares al tratar de alinearlas.
Lo que veo es un cielo raído, que no justifica sus andanzas entre sus pares, lleno de líneas que parecen tratar de cubrirlo una encima de la otra, pintado, re inventando siempre con el gusto más allá del resabio, siempre más allá de unos cuantos vicios con tal de ser cubierto y condensar su color de especie.
Vaya si que han sido varios los viajeros en este cielo, parias desaseadas sin sentido lo han vuelto incapaz de ser real, pero ahora, yo me robé el cielo, los dejé sin un solo pedazo, pero no lo re inventaré de ninguna manera. En el fondo, cavando hacia dentro sin manos solo con los ojos abiertos y mirándome, no necesito indagarme, solo necesito mirarme, resabia únicamente, resabia al cielo
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